Vara con citrícultores en protesta: Las políticas cambiarias, eje de la crisis del sector

El ministro de Producción, ing. Jorge Vara, acudió el viernes pasado a la localidad de Mocoretá, para tomar contacto con productores citrícolas que arrojaron camionadas de naranjas al costado de la ruta 14, a manera de protesta por las políticas nacionales, fundamentalmente cambiarias, que atentan en forma directa contra esta actividad de la economía regional.

 

En horas de la tarde, estaba programada una reunión en la sede de la Asociación de Citricultores del lugar, donde se presentó el avance de obras de la Planta de Jugos en construcción y que cuenta con el financiamiento de la Provincia. Previo al encuentro, el ministro Vara concurrió a la zona donde los productores estaban efectuando la protesta, tras haber participado en el acto de cierre de la Jornada de Arroz realizada en Curuzú Cuatiá. Acompañado por el secretario de Agricultura y Ganadería, Manuel García Olano, estuvieron en la ruta con cerca de 20 productores que planteaban su problemática; luego acudieron al Salón del Citricultor donde aguardaban el intendente de esa ciudad, Fabio Lobato; el viceintendente Eduardo Cometi y los representantes de las asociaciones de productores.

En la oportunidad el ministro planteó que dentro de las producciones de Corrientes, “la más afectada por la política equivocada del gobierno nacional respecto de las economías regionales es sin dudas el sector citrícola; similares problemas atraviesa el sector arrocero y la mayoría de las economías regionales del país y es preocupante la falta de respuesta por parte del ejecutivo nacional”. 

Se comprometió asimismo a transmitir al gobierno nacional la necesidad de generar paliativos a esta situación terminal: "desde el gobierno provincial comprendemos claramente la situación y seguiremos acompañándolos al igual que estos cinco años, pero les pedimos mesura y no caer en provocaciones funcionales a otros intereses", expresó. 

 

Motivos de la protesta

Los productores tomaron esa drástica decisión a partir de medidas nacionales cambiarias que le restan competitividad al sector y a lo que se sumó ahora la devaluación de Brasil; esos impedimentos para exportar, provocaron una sobreoferta en el mercado interno y la indefectible caída de los precios. “El costo de un cajón de naranjas de 18 kilos en el Mercado Central de Buenos Aires, es de $ 35 y a nosotros nos pagan entre $ 20 y $ 25 en la venta; es decir, perdemos $ 10 por cajón sin alcanzar a cubrir los costos de producción”, señaló un productor. “No es rentable siquiera cosechar; conviene dejar que la fruta se caiga y se pudra en las quintas para no seguir sumando costos que no se llegan a cubrir después”, aseguró.

A esta circunstancia se agregan las plantas de jugo cerradas por haber alcanzado su máxima capacidad de almacenamiento, por lo que “no hay dónde ubicar la fruta”, se lamentó. "El basural de Mocoretá esta colmado de fruta; no hay más lugar…".

El mayor impacto de esta situación se produce en el ámbito laboral. Sólo en el macizo citrícola de esa zona de Corrientes la actividad proporciona empleo a unas 60.000 personas, en su mayoría para cosecha y empaque. Y además, existe el gran riesgo de cortarse la cadena de pagos, con el consecuente impacto económico en las comunidades que dependen de la actividad citrícola.

 

Con visión de futuro, la Planta de Jugos en construcción prevé una gran capacidad de almacenamiento en cámara, lo que permitirá equilibrar la oferta y demanda en períodos críticos como el actual. Se trata de un proyecto encarado por 95 productores que se integraron en una Cooperativa para al fin.