Jornada de aplicación de fitosanitarios: “Cambiar temor por conocimientos”

Ayer se concretó la 19º Jornada de Buenas Prácticas de Aplicación de Fitosanitarios organizada por el Ministerio de Producción junto con el Ministerio de Agroindustria de la Nación y la Cámara Argentina de Sanidad Agropecuaria y Fertilizantes, con el objetivo de “cambiar el temor por conocimientos”, en relación al uso de fitosanitarios en la producción bajo las pautas de Buenas Prácticas.

La convocatoria alcanzó a profesionales, estudiantes

universitarios y de Escuelas de la Familia Agrícola, productores y personal de empresas agropecuarias, que en un número superior a 150 asistentes, participaron de las demostraciones a campo y las charlas técnicas que se desarrollaron en las instalaciones de la Cabaña Alegría, situada en el municipio de Riachuelo.

El ministro Jorge Vara asistió al evento, junto con la directora de Producción Vegetal, Mariela Pletsch y los técnicos del área a través del cual se organizó la jornada.

En principio se efectuó una demostración práctica del lavado de envases de agroquímicos, pasando luego a las aplicaciones aéreas y terrestres sobre un campo de pasturas de la Cabaña. Se colocaron tarjetas hidrosensibles, en ambos casos, cada diez metros en forma lateral y paralela a la franja de aplicación, para observar la deriva del producto (en este caso agua) y observar luego el alcance del mismo respecto de las condiciones meteorológicás del momento. La aeronave fue facilitada por la empresa Stieffel S.A. para las demostraciones.

Federico Elorza, coordinador técnico de CASAFE, tuvo a su cargo las explicaciones sobre el calibrado de los equipos, que se efectúa en relación al tipo de cultivo, el producto y la plaga a combatir con el mismo, minimizando la deriva y optimizando tanto el trabajo como el fitosanitario, manteniendo las distancias de protección de zonas urbanas, recomendadas de 100 metros para aplicaciones terrestres y 200 metros para las aéreas.

Estas jornadas, que con la de ayer llegan a 19 en distintos puntos del país, buscan demostrar que aún con condiciones momentáneas adversas como las ocurridas esta mañana, se puede cumplir con las distancias recomendadas con la correcta calibración de los equipos y la destreza del aplicador. “Es responsabilidad de la empresa aplicadora que eso se cumpla y no del producto”, subrayó en un momento.

Más tarde, la primera charla estuvo a cargo de Juan Carlos Sedran, coordinador de la Región Centro de CASAFE, y señaló que estos encuentros están destinados principalmente a personas ajenas al sector productivo y a los estudiantes, futuros usuarios y a la vez multiplicadores en su comunidad sobre el uso responsable de fitosanitarios y Buenas Prácticas Agrícolas. El uso responsable se aplica también al agua, la energía y todos los recursos que empleamos en la vida cotidiana, resumió. “Doña María tiene derecho a saber lo que ocurre detrás de una tranquera y es nuestra obligación informárselo y cada uno de los presentes debe ser multiplicador de esos conocimientos”, expresó. “Debemos cambiar temor por el conocimiento”.

Posteriormente la dra. Mirta Riczel, se explayó sobre los casos de toxicidad que estudian a diario, informando que en un 60% corresponden a accidentes domésticos, en el ámbito familiar y en niños pequeños, subrayando además que los domisanitarios (productos de uso en el hogar y en el jardín) generalmente tienen los mismos principios activos que en el sector agropecuario. Es como con los medicamentos: se vuelve tóxico cuando no se respeta la concentración, la dosis y la forma de aplicación.

Finalmente habló Eduardo Moavro, director de Cultivos Extensivos del Ministerio de Industria, que relató los motivos que dieron origen a estas Jornadas y de la elaboración de un documento con material de referencia científico y técnico como fuente de información y en el que participaron funcionarios de gobierno nacional, provinciales y muncipales; cámaras y Consejos Profesionales de distintos puntos del país. Mucha información fue planteada también en el Consejo Federal Fitosanitario, integrado por directivos de las áreas provinciales pertinentes. Ello, motivado por la heterogeneidad de normas vigentes en las distintas jurisdicciones y la necesidad de unificarlas en una, especialmente en lo referido a zonas de exclusión por la gran pérdida productiva y económica que representa para el país, aún existiendo pruebas científicas que se plasman en el documento.

Al final de la jornada se mostraron los resultados de la prueba, que se desarrolló con 19.1º de temperatura ambiente, viento de 15 km/h, ráfagas de 27 km/h y 40.5% de humedad. Las gotas en la aplicación aérea fueron muy nítidas hasta los 40-60 metros y difíciles de detectar aún con aumento entre los 80 y 100 metros, lo que se mantiene muy dentro del área de exclusión de 200 metros.

 

Respecto de los resultados de estas demostraciones efectuadas en todo el país, se llegó a un promedio de deriva de hasta 20 metros en aplicaciones terrestres y de 45 metros en las aéreas, siempre con condiciones ambientales (temperatura, humedad, viento) adecuadas.

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