San Miguel y Caá Catí, primeros puntos para la puesta en marcha del desarrollo del Proyecto Semilleros para Pasturas

Contenido en sendas jornadas que se realizaron ayer (martes 15 de junio) en zonas rurales de San Miguel y Caá Catí, se comenzó con el desarrollo del Proyecto Semilleros para Pasturas y destinado a pequeños productores ganaderos, con el objetivo de que éstos puedan generar sus propios forrajes garantizando la alimentación de su hacienda en el período invernal y en caso de la ocurrencia de contingencias climáticas. Este programa, que aún debe ser formalizado y oficializado interinstitucionalmente, ya se ejecuta en el marco de un convenio entre el Gobierno provincial a través de la Secretaría de Agricultura y Ganadería del Ministerio de Producción y el INTA El Sombrerito, y se irá replicando en otros puntos de la provincia.

La provincia de Corrientes sufrió, en la última década, varias situaciones generadas por el clima que terminaron en sucesivas declaraciones de emergencia agropecuaria ya sea por intensas sequías, excesos hídricos y eventualmente sucesiones de incendios rurales. En virtud de que entre el año pasado y gran parte de este 2021 la provincia registró miles de pérdidas de cabezas de ganado, el gobernador Gustavo Valdés instruyó al ministro de Producción de Producción, Ing. P.A. Claudio Anselmo, y al secretario de Agricultura y Ganadería, Norberto Mórtola, para avanzar en un programa sustentable de generación de pasturas que garantice la provisión de forraje que, ahora, ya comenzó a ejecutarse.

Como parte de un ambicioso proyecto que en una primera etapa apunta a hacer foco en el Norte y Centro-Norte de la provincia, se comenzó con la instalación de los dos primeros semilleros de Pasto Packchong -un híbrido de Pasto Elefante y Milleto-, proveniente de Tailandia y que certifica una mayor productividad del forraje. Las chacras seleccionadas donde se comenzó con el trabajo se encuentran en la EFA Ñande Roga en la Colonia San Antonio  (Departamento San Miguel) y en la estancia El Gringo en Paso Gallego-Caá Catí (Departamento General Paz).

Las aperturas de ambas jornadas forrajeras estuvieron a cargo del MV Claudio Escalada por la Secretaría de Agricultura y Ganadería y por el Ing. Agr. Luis Gándara del INTA El Sombrerito, acompañados de la responsable de la Agencia de Extensión Rural (AER) de Caá Catí, Ing. Agr. Silvina Esparza. También, como parte integrante del proyecto también participaron la asistente regional de Vinculación Tecnológica y Relaciones Institucionales de la Dirección Regional del INTA Corrientes, Ing. Agr. Estefanía Cutro; el técnico Juan Ignacio Mascheroni de la SAyG y técnicos de la Dirección de Economía Agraria (DEA), todos de la cartera productiva. 

Tanto Escalada como Gándara, responsables de coordinar el proyecto, explicaron a los productores y estudiantes asistentes cuáles son los objetivos motores de esta iniciativa, que en esta primera etapa consistió en exponer y llevar a campo la plantación del cultivo que garantiza una generación multiplicadora de pasturas de 1 en 10. Gándara avanzó en demostraciones específicas de cómo generar este híbrido con el que el productor puede asegurarse “alta producción y buena calidad”, en una exposición en la que avanzó desde el laboreo de la tierra, las alternativas de plantación (manual o mecánica) y la cosecha, con el fin primario de conservar la planta para asegurar que siga produciendo.

Aun cuando las jornadas estuvieron focalizadas en el cultivo del Pasto Packchong, Gándara también se explayó sobre la generación de otras dos pasturas incluidas en el proyecto: el Pasto Nilo y el Tangola, este último sobre todo para zonas bajas ya que no precisa de semillas para su desarrollo. Todas estos recursos forrajeros son viables para la generación de verdeos en general, y que con un adecuado manejo le pueden permitir al cultivo acceder a más luz, agua y nutrientes para una mayor productividad.

En cada una de las jornadas, que se desarrollaron con todos los cuidados sanitarios por la pandemia del nuevo coronavirus, ya con el suelo labrado se hicieron las correspondientes prácticas de siembra que, en el caso de la EFA Ñande Roga, fue en forma mecánica con una plantadora (de mandioca) equipada también para la distribución de nutrientes. También se entregaron mudas de pasturas y nutrientes en cada una de las convocatorias. 

Con este programa, creado para afrontar contingencias como la sequía, las inundaciones y los incendios rurales, se estima que con el Pasto Packchong se llegaría a unos 1200 productores alimentar entre 36.000 y 50.000 vacas;  400 productores con Pasto Nilo 3.600 y 5.200; y otros 400 productores con Tangola de 2.800 a 4.000.

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